La sociedad toda debe mantenerse en estado de alerta y movilización: ocurre que "los ejecutivos más importantes del país", a quienes obviamente les preocupa mucho nuestro bienestar y no sus cuentas bancarias, nos cuentan que padecen una "grave preocupación" por todo este asunto de Fibertel.Ahora, ¿quiénes son estos "importantes ejecutivos"? Para el lector desprevenido, le comento: la AEA (Asociación Empresaria Argentina) es un conglomerado de garcas importantes. Están, entre otros, Cristiano Ratazzi, Presidente de Fiat Argentina (aquél que nos advertía, hace unos meses, de los riesgos que acarrearía un "desborde salarial"), Amalia Lacroze de Fortabat (Grupo Fortabat), Gustavo Grobocopatel (un garca sojero premium, que dijo hace poco que "Las retenciones son anti-Chaco, anti–desarrollo rural, anti-equidad"), Paolo Rocca (Techint), Alfredo Coto (el de la cadena de supermercados del mismo nombre, sí) y el inefable Héctor Magnetto (Grupo Clarín), quien no necesita presentación.
En el estatuto de esta noble organización figura que ellos buscan "promover el desarrollo económico y social de la Argentina desde la perspectiva empresaria privada, con especial énfasis en el fortalecimiento de las instituciones necesarias para tal fin.".
Casi que les creo.
Que los muchachos de AEA nos adviertan sobre la preocupación que tienen por cómo se ve afectada "la vida cotidiana de gran cantidad de usuarios individuales", es como si Jack El Destripador se hubiese manifestado afligido por la seguridad de las prostitutas de Whitechapel.
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