Buscar este blog

24 de abril de 2012

Espíritu crítico

Sí, yo soy kirchnerista. En líneas generales, apoyo al gobierno y estoy de acuerdo con la gran mayoría de las medidas que éste impulsa. Pero ¡Ojo! que también tengo mis diferencias, eh. No me gusta lo que el gobierno hace con la megaminería, o con los trenes, por ejemplo. No soy de esos que apoyan ciegamente, sino que tengo espíritu crítico. Aclaro esto para que no crean que a mí me suben a un bondi y me llevan a los actos a cambio de un chori y un vino; yo, a diferencia de otros militantes ultra fanáticos, sí soy capaz de pensar por mi mismo.

 Sí, estoy casado. En líneas generales, amo a mi esposa y creo que tiene muchas virtudes y aspectos positivos. Pero ¡Ojo! que también tengo mis críticas, eh. No me gusta lo fuerte que ronca, ni el olor de los pedos que se tira, o cuando se le quema el puré, por ejemplo. No soy de esos que aman ciegamente a su mujer, sino que tengo espíritu crítico. Aclaro esto para que no crean que a mí ella me va a arreglar con un poco de sexo desganado y con la comida desabrida que ella cocina; yo, a diferencia de otros esposos que aman irracionalmente a su mujer, sí soy capaz de criticarla.

 Sí, tengo dos hijos. En líneas generales, los amo y creo que son buenos pibes. Pero ¡Ojo! que también tengo mis críticas, eh. Jacinto, el más chico, tiene 6 años pero parece de 3 porque es bastante opa. Y Andrea, la de 7, sesea y generalmente huele mal. No soy de esos que aman ciegamente a sus hijos, sino que tengo espíritu crítico. Aclaro esto para que no crean que me voy a contentar conque estos pendejos me digan "papá te quiero" por compromiso y conque me regalen alguna manualidad pedorra que hicieron en el colegio para el día del padre; yo, a diferencia de esos padres que aman obsesivamente a sus hijos, también soy capaz de criticarlos a ellos.

 Sí, soy hincha de Boca. En líneas generales, fui hincha de Boca toda mi vida y aliento a mi equipo con pasión. Pero ¡Ojo! que también tengo mis críticas, eh. A veces creo que a Riquelme habría que tomarle el pulso a cada rato durante el partido, para ver si sigue vivo o si se murió durante el juego y su cadáver siguió corriendo por inercia, o que a Schiavi habría que meterle un tiro en una gamba. Aclaro esto para que no crean que soy uno de esos enfermos que alientan a su equipo pase lo que pase y aunque juegue como el orto; yo, a diferencia de otros hinchas que se nota que son unos enajenados mentales sin una mínima capacidad de raciocinio, sí que soy capaz de criticarlo.

 (Resumiendo: De solo imaginarme tener que andar por la vida aclarando todo el tiempo que tengo espíritu crítico, me agarra como un dolor de pelotas bastante considerable.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario