
Ahora, me juego la cabeza a que el Mauri se guarda los adjetivos más cochinos y picantes para utilizarlos en la intimidad de su alcoba. Seguro que cuando Juliana le pide a su ahora marido que le hable sucio, éste le debe decir, en plena cabalgata, cosas como "esclavista", "negrera", "cagadora" y "explotadora". Y calculo que ella, a cambio, le debe responder "nazi de utilería, inútil, tilingo culorroto, misógino de mierda, opa babeante, gangoso disléxico, pelotudo consuetudinario, hijo bobo de, parásito, forro inoperante"... Y cosas así.
Digo, bah, viste cómo son los fachos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario